Existimos. Resistimos. Amamos. Somos.
Durante siglos, nuestros cuerpos, voces y amores fueron silenciados, ocultos en los márgenes, señalados como errores de la naturaleza o amenazas al orden establecido. Pero estamos aquí, y no volveremos a escondernos. Nuestra existencia no necesita permiso ni explicación. Nuestra verdad no se vota, no se negocia, no se censura.
Somos lesbianas, gays, bisexuales, personas trans, no binaries, queer, intersex, asexuales y mucho más. Somos infinitas formas de ser, de sentir, de vivir. Somos los colores que faltaban en el mundo. Somos lo que siempre ha estado, aunque no se nos quisiera ver.
Somos quienes aman sin miedo, quienes se reinventan, quienes rompen moldes y abren caminos.
Nos han querido débiles, dividides, asustades. Pero hemos aprendido a encontrarnos en la mirada del otre, a sanar en comunidad, a crear belleza desde la herida. La lucha nos ha hecho fuertes, la ternura nos ha hecho invencibles.
Queremos más que tolerancia. Queremos alegría, justicia, deseo, representación, paz. Queremos calles donde caminar sin miedo. Escuelas donde nuestras infancias sean libres. Trabajos donde no tengamos que ocultarnos. Vidas plenas, sin vergüenza ni culpa. Queremos poesía, arte, placer. Queremos existir con dignidad.
Reclamamos el derecho a la belleza.
A la rareza.
Al afecto.
Al futuro.
Y no estamos soles. Nos preceden voces valientes, cuerpos que resistieron en la sombra, manos que escribieron historia sin que nadie se lo pidiera. A elles, nuestro agradecimiento eterno. A quienes vienen, nuestro compromiso.
Este mundo aún no es el que soñamos. Pero lo estamos construyendo. Día a día. Con cada gesto de orgullo, con cada abrazo en público, con cada "sí" que se impone al "no puedes".
SUMUS. Somos. Seremos. Siempre.
